Soy como el hombre invisible. Soy una presencia que se siente pero no se ve.
Cuando ven que no necesitas nada, que podes con todo, dejan de verte. Soy una sombra, una brisa que pasa. Estas presente todo el tiempo.
Todos ven tus señales, tus destellos, tu brillo… pero pocos pueden ver cuando te apagas.
Nadie puede entender el dolor de no saber por qué una madre deja a su hijo a mitad de la noche en una ruta abandonada.
Hasta el hombre invisible necesita esa mirada especial que lo hace especial.