Realmente me sorprenden los cambios que tuvo mi vida últimamente,
y no es solo mi vida, sino que también de las personas que la rodean, cosa que
termina afectando, quiera o no, mi vida también.
La persona que compartió mi vida entera, accede a una
adicción de las peores siendo conciente del mal, se deja influenciar y no ve
posibilidades de volver a cambiar para mejor.
El teléfono que sonaba hace unas semanas atrás todos
los días, a toda hora solo para traerme risas y más risas a mis días, ahora
solo está disponible para las llamadas de las máquinas de un banco, de una
tarjeta de crédito, o de una compañía telefónica.
La persona que parecía ser la más confiable, terminó
siendo la persona de la cuál más desconfío ahora.
La amiga que me hacía reír, terminó siendo la que más
me destrozó.
Y yo que parecía que podía contestar a todas las dudas
que me daba la vida, me volvieron a cambiar todas las preguntas.
Otra vez.. desde cero.